Capítulo II: La Oportunidad De Un Encuentro Con La Belleza


El callejón aún estaba cubierto por la oscuridad.
Sion seguia corriendo de la intención de matar que se acercaba a él, desesperadamente tratando de pensar en una manera para escaparse.

"¿Qué debo hacer? ¿Cómo puedo salir de esto?".

Una tensa presencia pasó a través de él.
Entendió que era un sentimiento aterrador, que una vez bajara la guardia, sería condenado a morir.

"¿Qué debo hacer para superar esto?".

Aparentemente dándole vueltas, murmuró para sí mismo.
El enemigo era demasiado fuerte.
Él supo cuan fuerte era el enemigo en el momento en el que lo intentaron atacar.
El hechizo que Sion habia lanzado fue hábilmente esquivado por el enemigo. En un enfrentamiento entre ambas partes, era obvio que él no podía igualarlos.
Como sea, si fuese una batalla de uno contra uno, Sion tenía la certeza de que ganaría. Eso era seguro.
Sin embargo, había 6 de ellos.
Esas eran seis personas muy habilidosas y basandose en su movilidad, era probable que ellos fueran asesinos profesionales. Personas como esas solo necesitaban un poco de interacción antes de leer completamente a una persona. Los ataques del enemigo eran siempre dirigidos sin misericordia hacia los puntos vitales de Sion. Obviamente, esa gente no eran simples enemigos que pudiesen ser emboscados...

Y no eran enemigos que pudiesen ser enfrentados cara a cara.
En ese caso, ¿Qué método debería usar…?.
¿Seré asesinado de esta forma?.

"Si puedo sobrevivir ahora y aferrarme a la luz del día es... corriendo..."

Sin embargo, los pensamientos de Sion se detuvieron ahí.
Sus pies, que estuvieron corriendo con tanto esfuerzo, también se detuvieron.
Por lo tanto.
Un grupo de hombres vestidos con armaduras inmediatamente lo alcanzaron.

Los hombres que vieron que Sion se había detenido repentinamente, dijeron en tono burlón:
"Kuku... ¿Así que finalmente te has dado por vencido?".

“Realmentenos no hiciste gastar bastante esfuerzo...”.

"Kishishi. Entonces, déjanos enviarte al cielo y concederte el descanso eterno".

Sin embargo, aun cuando esta situación era realmente complicada, Sion no volteó a mirarlos.

"...".

El simplemente guardó silencio y entrecerró los ojos.

“Yo, ¿Estás tan asustado que no quieres mirar nuestros rostros?”.

Uno de los hombres dijo.

En ese momento, Sion finalmente habló:
“¿Realmente estoy corriendo por mi vida...? ¿Por qué debo correr? Si realmente soy capaz de ser el rey, el cielo no permitiría que yo muera aquí, ¿verdad?”.

En ese momento, Sion se dio la vuelta.

Continuó con un tono tranquilo:
"Ryner tenía razón. Si soy capaz de convertirme en rey, no debo morir en esta clase de lugar... O más bien, si no puedo ni siquiera lidiar con la gente... No, con basura como ustedes que siguen a esos nobles que exponen sus colmillos. Si yo no puedo lidiar con gente como ustedes limpiamente...".

las palabras de Sion eran tan casuales, pero sus ojos eran anormalmente agudos. Inclino su cuerpo y entró en modo de batalla completamente.
Al ver esto, los hombres no le dieron importancia respondiendo con burlas.

"¿Vas a luchar antes de morir? Con tu capacidad, eso es demasiado, chico guapo".

Las despreciables risas rugieron como un trueno. Entonces, el hombre sacó de su capa largas y afiladas dagas.
Sin embargo, Sion no le importo nada de eso.
Suavemente ejerció la fuerza dentro de su cuerpo.
La batalla comenzó.
Con la velocidad de un relámpago, Sion rápidamente se acercó a sus enemigos y se preparó para atacar a uno de ellos.
En ese momento.
Dos hombres se dirigian hacia él, estaban tratando de cortarle el paso.
Sion sabía que si atacaba a uno de ellos, la otra persona utilizaría esa apertura y lo apuñalaría con la daga.
Sion de repente se detuvo e inmediatamente afrontó la daga que se balanceaba hacia el, preparandose para el hombre de la izquierda que lo atacaba.
Sion agarró de la muñeca de aquel hombre que tenía la daga en la mano, lo sometió, levantó la rodilla y golpeo con fuerza el pecho del hombre.

"¿¡WAH!?".

La rodilla se encajo en el pecho del hombre.
Este ataque realmente había incapacitado al enemigo...

Cuando Sion se tranquilizo repentinamente sintío una gran intención de matar detrás de él, retrocediendo.
Pero lo hizo un poco tarde ya que su hombro fue atravesado por una daga.

"Ugh...".
Sangre fresca brotaba de su hombro y un dolor agudo atravesó todo su cuerpo. Pero si el se detiene por cosas como esas, su vida estaría en peligro.
En ese momento, Sion rodó hacia adelante alejandose del enemigo, se levantó y comenzó a dibujar una formación mágica.
Si el pudiera hacerlo, tal vez podría acabar con sus 2 enemigos...

Sin embargo...

“¡No te pongas tan engreído!”.

Los dos hombres arrojaron sus dagas hacia Sion.
En ese crítico momento, Sion solo pudo detener la creación de su formación mágica. Golpeando y derribando una daga y tomando la otra daga al mismo tiempo.
Ahora tengo un arma...

No hay mucho tiempo para pensar.
Un hombre vestido de negro que no se veía con intenciones de participar utilizo este corto tiempo para completar una formación mágica.
Al ver la formación mágica del enemigo, Sion no pudo hacer nada más que gruñir.
Este era el hechizo del Trueno [Izuchi], el mimo hechizo que Kiefer habia usado contra Ryner durante las lecciones de práctica. No obstante, el [Izuchi] del enemigo era mucho más fuerte que el que Kiefer habia lanzado.
Si esto no tratara sobre entrenamiento, sino que realmente se tratara de atacar al enemigo por medio de magia, la fuerza del invocador era también un punto importante. La magia de Roland realmente tenía un increible poder destructivo.
Si fuera golpeado directamente, es probable que él se convierta en cenizas...

El hombre comenzó el cantico:
"Concedeme un trueno, Izuchi".

Inmediatamente, una brillante luz salio del centro de la formación mágica...
Durante ese momento, Sion arrojó la daga al centro de la formación mágica.
Inmediatamente, el rayo que fue concedido por la formación magia dejó salir una luz y esa cegadora luz siguió a la daga que estaba clavada en el hombro del hombre que dibujo la formación mágica.

"¡¡WAAA!!".

El rayo lo golpeo.
El cuerpo del hombre no pudo resistir el poder destructivo del rayo y colapsó.

Después de acabar con otro enemigo, Sion sonrió:
"Con esto, van dos... ¡Wa!".

Antes de terminar Sion fue interrumpido.
Alguien lo golpeó por detrás.
Sion fue golpeado en la parte de atras de la cabeza y todo su cuerpo se desplomó débilmente en el suelo. El golpe hizo que sus piernas temblaran causando que no pudiera levantarse.

"¡M-maldición!".

El mismo Sion estaba casi paralizado mientras permanecía en el suelo. Se dio la vuelta para observar.
Y descubrió que la persona que lo atacó fue el hombre a quien había golpeado en el pecho, el mismo que pensaba que estaba inconsciente.

Ese hombre se burlo y dijo:
"Kishishi, esto no es un juego infantil, niño bonito. Se trata de un verdadero campo de batalla donde asesinan. ¿No sabes que tienes que darle el golpe final a tu enemigo?".

Y entonces, el hombre recogió la daga que habia caído sobre el piso.

Su cara mostraba una irritante y despreciable expresión cuando dijo:
"Has causado que desperdicie mucha energía. Ahora veamos como acabaré contigo...".

Después de decir esto, el hombre levantó la daga--

Sion no podía moverse.
Su cabeza todavía estaba conmocionada y su visión sacudida. Su cuerpo no estaba escuchando sus órdenes.

Sin embargo, sus pensamientos estaban anormalmente tranquilos:
¿Sere asesinado? ¿En esta clase de lugar? ¿En este sucio callejón? ¿Yo?.
Realmente increíble. Los sucesos hasta ahora de alguna forma, eran divertidos...

Pudo ver cómo el hombre sostenia la daga y la balanceaba hacia abajo con fuerza.
Y esto lo veia justo delante de sus ojos en cámara lenta.
El estaba calmado, anormalmente calmado.
Él podía ver a la muerte aproximarse lentamente...

Lentamente.
De repente.
Un extraño objeto vino de un lado apareciendo ante los ojos de Sion. Era un objeto con forma de aguja, largo y delgado que parecía estar hecho de madera. Ese objeto en forma de aguja atraveso la mano del hombre que estaba a punto de bajarla.

"¡¡¡WAAAAAAAAHHH!!!".

El hombre gritó y se detuvo.
Miró la mano que tenía la aguja clavada.

"¿¡QU-QUÉ ES ESTO!?".

El hombre rugia.
Una voz sonó. Claramente era la voz de una mujer.

La voz dijo casualmente:
"Es un palillo de dango. ¿Puedes notarlo, verdad? ¿Aún necesitas preguntarlo?".

Su tono de voz no demostraba ninguna emoción en él y era tan frio que pareciera como si ella los estuviera ignorando.

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